Und dann sind da diese Momente, in denen ich denke:

Me dolés tanto quisiera arrancarte de mí,de mi piel, de mi carne, de mis huesos, desprenderte de mis deseos, dejar de hurgar en mis pensamientos, no encontrarte en la esquina,en las sábanas o en la soledad...

En silencio nos amamos una vez más, nos amamos dormidos, nos soñamos despiertos.

Hace días no deja de llover, el asfalto me devuelve un reflejo distorsionado y lo grisáceo del cielo esconde el rayito de sol que parece buscarme mientras camino.

Las horas pasan como minutos frente a mis ojos

Se acercaba el momento de partir, mis manos temblaban al igual que mis piernas.

Un chico, dos. No como vos, como vos ninguno.

Después de terminar la llamada me puse a pensar, a repasar cada cosa que dije.

Me da miedo buscarte.
Me da miedo esperarte y que vos no vengas nunca.
Me da miedo que nunca llegues a abrazarme ni a llamarme.
Me da miedo que me olvides.

Tenía tanto miedo de perderte
sin haberte tenido si quiera en mis brazos.
Tanto, pero tanto miedo de que te fueras de mí lado
sin siquiera poder decírtelo con mi mirada.
El miedo era tan grande que me impedía expresarme con completa naturalidad.
Por fuera mi ser transmitía calma,
cuando por dentro yacían miles de almas dolidas...

Me arrastraste al infierno, ahora, estoy ardiendo, suplicando que vengas a rescatarme, rogando por tus besos, tus caricias.
Imaginando tu sonrisa para que me ilumine en esta oscuridad, desde que te fuiste, no encuentro forma de calmar este ardor en mi pecho.

Un te quiero, dos. Suben la música, bailar y bailar.

Esa mañana desperté con ánimos, normalmente no tenia ganas de abrir mis ojos y enfrentar lo que seguía.

Sigo siendo una pendeja frágil y vulnerable, por muy fuerte que pueda parecer a veces no lo soy, es solo una coraza que me mantiene y me ayuda a seguir adelante porque realmente sin ella no habría conseguido todo lo que tengo.

Ese martes después de reírnos hasta doler, nos quedamos en silencio, mirándonos, acariciándonos.
Besándonos sin mas.

Hace un par de días vengo despertándome pensando en vos. Será porque no solo mi corazón te extraña, sino que también, te extraña todo mi cuerpo.

Tus ojos son como el mar, me dan paz, pero de pronto tus olas me hunden en la profundidad de tu mirada. Guardas en tus ojos un pedazo de cielo, el mismo que me hace sentir pequeña, pero también el que me llena de ganas por explorar la inmensidad. Es increíble lo que podemos ver si nos detenemos por...